Mantén tus lealtades intactas. No dejes de lado a los amigos por nada, no les traiciones y ayúdales cuando tengan problemas. No les traiciones pues la traición es la peor enfermedad del mundo y la amistad el tesoro más preciado.
Sin embargo, si en algún momento se cierne la duda sobre ellos, si algo te dice que no puedes confiar, que no sigue tus principios morales… investígalo y solo si sale culpable, rompe esa confianza, esa lealtad pues no te aconsejo mantener lealtades a aquellos que no la merecen.
Tampoco te traiciones a ti mismo, a tus ideales, pues has de ser siempre fiel a las propias convicciones.