Hay que luchar por aquello en lo que creemos, con uñas y dientes. Por nuestros proyectos, nuestros pensamientos… sin dejar que nadie los pueda pisotear, son nuestros, son nuestros hijos amados.
Pero la lucha no es únicamente estar armado con una espada y con un escudo esperando a que nos ataquen. Luchar es defendernos, defenderlas, ya sea con palabras o con actos: regalos, conseguir terminar algo… Nada de actos violentos. Somos seres inteligentes y debemos actuar como tales.