
Buenos días estimados señores del jurado, estoy aquí para probar la inocencia, o parte de ella, del hipogrifo Buckbeak en el ataque a Draco Malfoy acaecido el pasado seis de septiembre de 1993 durante el transcurso de la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas en el colegio Hogwarts de Magia y Hechicería.
Antes de entrar en el incidente que nos ocupa, dejen que repasemos cómo se comportan estas criaturas. Son seres muy orgullosos, que se molestan con gran facilidad. A la vez, son criaturas educadas, muy inteligentes, leales y protectores. Si alguien les ofende, si, pueden ser violentas, pero déjenme aclarar que, sin ofensa, no hay realmente motivos para temerlos. Si te ganas la lealtad de uno de ellos, tendrás en él a un amigo de por vida.
Sus señorías pueden alegar que el hipogrifo se mostró violento, y es verdad, no lo voy a negar.
En la clase antes mencionada, Buckbeak atacó e hirió a un alumno. Sin embargo, no deberíamos mirar el ataque de forma aislada, sino en el contexto en que se dio.
El profesor Hagrid, al inicio de la clase, dio las siguientes indicaciones:
- No ofender nunca a un hipogrifo porque puede ser la última cosa que se haga.
- Ir hacia él, inclinarse y esperar.
Pueden suceder dos casuísticas:
- Si el hipogrifo responda con una inclinación es que permite tocarlo.
- Si el hipogrifo no se inclina, es señal que hay que alejarse porque puede hacer mucho daño con las garras.
Previamente y siguiendo estas instrucciones un alumno consiguió acercarse sin problema a este hipogrifo, incluso pudo realizar un vuelo a lomos de esta magnífica y orgullosa criatura.
Tras la primera demostración, los alumnos se acercaron a los diferentes hipogrifos y sólo la víctima fue atacada. Según los testigos, todos los alumnos, el señor Draco Malfoy insultó gravemente al hipogrifo que, al sentirse amenazado, atacó.
Y aunque hace un momento he mencionado las instrucciones dadas, permítanme que se las repita:
- No ofender nunca a un hipogrifo porque puede ser la última cosa que se haga.
- Ir hacia él, inclinarse y esperar.
Pueden suceder dos casuísticas:
- Si el hipogrifo responda con una inclinación es que permite tocarlo.
- Si el hipogrifo no se inclina, es señal que hay que alejarse porque puede hacer mucho daño con las garras.
Como ven, el profesor Hagrid ya indicó que no había que ofender a un hipogrifo. En vista del ataque sufrido por el señor Draco Malfoy y de la ofensa que hizo al hipogrifo Buckbeak, se me ocurre pensar que tal vez el señor Malfoy tenga algún problema de oído o que no sea capaz de entender el significado de las instrucciones dadas por el profesor. De no ser así, permítanme remarcarles que el señor Malfoy atacó primero y el hipogrifo se defendió.
Y es que, señores, un ataque verbal contra la dignidad, una humillación o una ofensa también son ataques. No negaré que pueden ser más difíciles de ver porque no implican una herida, un golpe… que puede ser más llamativo. Pero es un ataque a fin de cuentas y puede dejar heridas más profundas y difíciles de ver que cualquier golpe.
Si ustedes fueran insultados o fueran testigos de un insulto contra alguien querido, alguien cercano ¿no sentirían la necesidad de hacer pagar, de cualquier forma, a la persona que ha insultado? ¿No querrían mostrarle que no es verdad, que no puede difamar, humillar a ustedes o a esa persona querida…? Permítanme que les diga que, de una forma u otra, todos los aquí presentes saltaríamos. Podríamos pegar, gritar, vengarnos más tarde… algo removería nuestras conciencias.
Y como ya he dicho, volviendo una vez más al tema de este juicio, Draco Malfoy insultó en primer lugar y el hipogrifo reaccionó de la única forma que sabe. No se puede cambiar la naturaleza de ninguna criatura, ni siquiera los humanos podemos olvidarnos de aspectos primitivos de nuestra naturaleza animal.
Por ello, si se condena hoy aquí a este hipogrifo que atacó en defensa propia por el insulto recibido, es justo que también haya una pena similar para Draco Malfoy por la parte que le toca. Pues si esto es un jurado, se debe actuar en consideración, buscando la verdad y proteger tanto a los magos como a las criaturas mágicas. Y mucho más a estas últimas pues no cuentan con los recursos de los magos, porque a menudo encuentran sus hogares profanados, porque han sido víctimas de magos desalmados que han buscado aprovecharse de ellas para atacarlas, porque no pueden defenderse ante un jurado ni hacer valer sus derechos.
Pido a sus señorías que estudien bien los hechos, que llamen a declarar a los testigos, a los alumnos que estaban en el momento del ataque… Porque no hay nada que repare el daño de una sentencia errónea y después revisada. No hay nada que devuelva los años o vidas perdidas por una decisión errónea, una decisión que pesará sobre la conciencia de quién se equivoque. Pues se está aquí para clarificar la verdad, dando todas las opciones para hallarla.
Pido que sean justos y benevolentes y que dicten una sentencia acorde a lo sucedido y que así Buckbeak pueda volver a casa.
Muchas gracias.
Discurso de lo que debió haber sido la defensa de Buckbean para que no fuese condenado. Este discurso estaba pensado para un personaje inventado que acude al juicio del hipogrifo para defenderlo.