Blanco y negro, luz y oscuridad, bien y mal…
Opuestos que se atraen.
Si la luz brilla demasiado, atraerá a la oscuridad pues despertará celos y envidias por tan fulgurante brillo.
Equilibrio, ambos deben estar en equilibrio para que el mundo soporte todo el poder que tienen. Para que ambos puedan descansar y dejar paso el uno al otro como amigos, como el día que precede a la noche donde siempre hay un pedazo de oscuridad o de luz para recordar que incluso la más intensa luz proyecta sombras y que la oscuridad también puede contener algo de luz.