
El cielo se incendia, es el sol del atardecer el pirómano. Son las nubes que reflejan sus rayos.
Y bajo él, el agua del lago refleja ese fuego ardiente.
Agua y cielo en fuego sin llama. Un fuego que no causa daños y que desaparecerá en unos minutos, cuando el sol se oculte para irse a dormir.
Es un atardecer de fuego que me encanta contemplar.