
Luke Skywalker… Ese nombre le traía recuerdos lejanos de un tiempo en que Anakin Skywalker era un prometedor Jedi, un tiempo en que ella estaba viva… Se suponía que había muerto, que había muerto con su hijo y sin embargo el nombre volvía a él.
Luke Skywalker, el muchacho que había destruido la estrella de la muerte y en el que había sentido que la Fuerza era muy intensa… ¿Podía ser acaso su hijo? ¿Podía ser ese hijo que creía que ni siquiera había nacido?… Su apellido, la intensidad de la Fuerza en él y la aparición al mismo tiempo de Obi-Wan Kebobi eran las pruebas que lo demostraban. Él era padre… No, Anakin Skywalker era padre…
Era de él de quién ella estaba enamorada, no de Darth Vader, de él había intentado huír, de él había sentido miedo y él la había matado… Había matado lo mejor que tenía en ese mundo, la mujer a la que amaba… Ella, que tanta ilusión tenía en ese hijo al que amaba ya sin conocerlo, ya no estaba, murió con miedo de él, una imagen que no se podía quitar de la cabeza aún después de tantos años…
Pero, ¿y el chico?, él seguía vivo, sin saber seguramente que él era su padre, por eso combatía, por eso estaba con la rebelión… La rebelión… Ja… Esa escoria rebelde…pero en el fondo él también quería rebelarse, rebelarse contra el emperador, ese hombre al que en otro tiempo Anakin Skywalker idolatró, por el que traicionó y mató, pero al que él, Darth Vader había llegado a aborrecer, al que había llegado a odiar por sus humillaciones…
Si, el quería rebelarse, matarle y ocupar su lugar, pero no podía solo, debía unir fuerzas y quién mejor que su hijo. Juntos podrían dominar la galaxia como padre e hijo… Juntos, como una familia… Porque él Anakin o Vader era el padre de Luke Skywalker. Pronto se encontraría con él y le diría la verdad que desconocía.
Él era su padre.