El agua del mar reverbera con furia y en la superficie, la tormenta asola el mundo.
Poseidón se ha enfadado, y los siete mares notan su cólera pues suyo es el poder del mundo acuático.
Ten cuidado, no desates su poder, no sea que el dios mandé al mar conquistar la tierra o hundir todos los barcos que sobre el navegan.
Más si su cólera es desatada, avisa a la ninfa marina, la nereida Anfítrite, pues ella también guarda un gran poder, un poder que supera al de Poseidón y que, entre otros, es capaz de dominar al dios, su marido, y aplacar todo el poder que esté haya desatado para que vuelva a brillar la luz del Sol y de la Luna llena en el mundo humano y que las profundidades del mar vuelvan a estar tranquilas y en profunda armonía para que su agua pueda fluir tranquilamente.