El ladrón, y la memoria devuelta

Vidas robadas

(Inicio base del reto de @MaruBV13 y @AliciaAdam16)

Jean caminaba a paso rápido sin destino. Las nuevas cerraduras le hacían casi imposible su trabajo. Y es que Jean era un ladrón de casas. Pensaba en sus propias opciones cuando de pronto, la vio… Una puerta con las llaves puestas. Se detuvo y se giró buscando al dueño, pero no había ningún alma en la calle. Giró la llave y entró a una vivienda que parecía vacía.

(Mi continuación al texto base @dolobera)

Con cautela fue avanzando por ella sin que oyera ningún ruido. Era perfecto, la casa realmente estaba vacía. Se dirigió a las distintas habitaciones buscando objetos de valor que fue guardando en el saco que siempre llevaba consigo. Aquel sí que era un gran botín. Le faltaba por revisar la sala. Mientras estaba revisando esa estancia, se paró al ver una foto. Se quedó helado… Era él mismo cuando era un niño.
 
Hacía muchos años le habían encontrado vagando por las calles sin memoria. Nunca nadie pudo saber quién era o de dónde venía. Se convirtió en un huérfano que, falto de todo empezó a robar por necesidad y acabó robando siempre que podía, lo necesitase o no. Hacía tantos años y por fin encontraba su casa. Por fin podría averiguar quién era.

En ese momento, se dio cuenta de que no podía robar en esa casa, igual que no podía robarse a sí mismo. Se marchó de ahí a hurtadillas, con temor a que alguien le viese, a pesar de que sabía que ahí no había nadie.

monochrome-photography-of-keys
Foto de George Becker en Pexels

Después de eso no volvió a ser el mismo, pues tenía una familia, aunque no la recordase, aunque ellos se hubieran olvidado de él. Dejó de robar y empezó a asesorar a las cerrajerías para que mejoraran sus cerraduras, así como también a las compañías de alarmas. Era increíble, tenía mucho éxito. Gracias a ese nuevo trabajo, tenía más tiempo y empezó a investigar qué había pasado en su infancia y cómo había acabado sin recuerdos.  

Así, encontró viejos carteles informando de su desaparición, carteles que finalmente se retiraron cuando la policía le dio por muerto. Empezaba a saber quien era, pero sus recuerdos todavía se le resistían por lo que empezó a acudir a terapias para recuperar la memoria. Algunas le iban bien, otras no tanto y a veces se frustraba pues no sabía si estaba recordando o se trataba de un información que había leído. Sin embargo, poco a poco, fue empezando a recordar. 

Vivía feliz con su familia cuando, un día alguien le secuestró en el parque. Un secuestro del que no recordaba nada. Después de eso lo primero que sabía es que estaba vagando por la calle muy lejos de su casa, en una ciudad que no era la suya y en la que nadie le conocía, por ello, ignorando que tenía una familia, acabaron por enviarle a un orfanato. Por fin, había recordado y podía acudir a esa casa, a hablar con ellos y recuperar a su familia.

Recordaba muy bien el camino, solo que en esa ocasión,no estaba intentando robar. Se encontraba muy nervioso. Tocó al timbre y cuando la puerta se abrió, vio a su madre que no le reconoció. ¿Qué le podía decir? No se lo pensó y dijo lo primero que le vino a la cabeza.

– Mamá.

La mujer abrió mucho los ojos y fue entonces cuando le reconoció. Le abrazó fuertemente y le invitó a entrar en su casa, donde pertenecía.

Un comentario sobre “El ladrón, y la memoria devuelta

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.