Las Perseidas han caído como cada año, pero esta vez una se ha separado ya ha venido a verme a mí, el observador del cielo nocturno. Es Adriel, una estrella fugaz, la más bella de todas, la que cada noche observaba y a la que robaba que viniera a mi. Porque estoy enamorado de una estrella fugaz que ha venido a quedarse a mi lado y a cumplir mi deseo. Porque ella también está enamorada de mí.