
El ratoncito cruzaba la gran laguna a bordo de aquella barcaza que le había ido a recoger. Aquel parecía un lugar agradable, apacible. Al llegar al final de la travesía, el pequeño ratón agradeció al barquero su labor y se fue a su nuevo hogar.
Tras dejarle y, por una vez en todos sus años como barquero, abandonó su puesto y acudió a buscar a aquel zorro que había matado al ratoncito. Le encontró y se lo llevó consigo a la Laguna Estigia. Y es que Caronte jamás le perdonaría que fuera el culpable de la muerte de Pérez.

Escrito para el reto de “Escribir jugando” del blog de Lídia correspondiente a la propuesta del mes de noviembre.
hola
hemos hecho un texto muy parecido, incluso en los nombres,(en uno d ellos)
no lo he publicado aun porque tengo otras cosas para poner antes, y aqui hay mucho tiempo. lo pondr el domingo de la semana que viene, pero ya te digo, son muy parecidos. lo de Perez es sorprendente
saludosss Dolo
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Hola,
Pues vaya coincidencia. Estaré deseando leerlo.
Un saludo
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Ooooh, muy buen usado el reto para introducir a un ratón famoso 😀 Me ha encantado tu forma ingeniosa de llevarnos hasta ese final en que todo cobra sentido.
Muchas gracias por participar en el reto.
Un abrazo grande y hasta muy pronto 🙂
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Muchas gracias Lidia, me alegra que te haya gustado 🙂🙂
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muy bueno, lástima que murió el ratón Pérez.. jaja saludos Dolores, muy buen relato
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Si, es una lastima pero siempre pueden continuar los hijos. Muchas gracias por el comentario 😊🙂
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si tal cual, muy genial microrrelato, me gustó mucho
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