
El capitán pirata Algarrobo maldecía a todos sus marineros por convencerle para comprar aquel desvencijado mapa. Después de haber atravesado la selva de hierro, se dieron cuenta de que no había pala ni explosivo capaz de sacar el enterrado tesoro, pues no había más que un profundo agujero sin fondo en el que ningún tesoro hallarse podría.
Todos se dieron la vuelta sin saber que saltando en él a otro mundo te llevaba. El mundo que controlaba todas las mareas, desde se precioso palacio de las mareas.

Escrito para el reto de “Escribir jugando” del blog de Lídia correspondiente a la propuesta del mes de diciembre.
Y es que los mapas no pueden comprarse en las rebajas jajaja Muy bueno eso de la selva de metal. Lástima que no supieran que lanzarse al vacío por ese agujero les llevaba a otro mundo, me hubiera gustado explorarlo.
Por cierto, un texto lleno de hipérbaton, al puro estilo Yoda, pero mucho mejor llevados. Enhorabuena.
Muchas gracias por participar en el reto.
Un abrazo y hasta pronto.
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Muchas gracias por tus comentarios. Me alegra que te guste. Lo del hipérbaton, efectivamente Yoda me ha influenciado mucho…
Un saludo
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