Diciembre es el mes de la Navidad, un mes alegre, lleno de reuniones familiares (este año con un máximo de 6 personas), compras frenéticas… Y también es un mes en el que abunda la decoración en todas las casas. En ellas podemos destacar las luces de colores, las guirnaldas, las figuras de Papá Noeles, ciervos renos… Todo de un gran colorido sobre todo en colores verde, rojo y dorado.

Como una de las piedras angulares está el gran árbol de Navidad, el precioso abeto que decora los hogares, lleno de lucecitas, guirnaldas, bolas de colores y muchos más adornos de todo tipo. Y en la cúspide del árbol una estrella, la estrella de Belén que, según la tradición, guio a los Reyes Magos hasta el portal.

Lo que nos lleva a la siguiente estrella de las decoraciones navideñas, los belenes. Los belenes son la representación, normalmente en miniatura, del nacimiento de Jesús. De forma obligatoria, aparecen Jesús, María y José, una mula, un buey, la estrella y un ángel, todos ellos enmarcados en un portal o cueva. De formación adicional, aparecen también todo tipo de pastores, ovejas… y por supuesto los tres Reyes Magos: Melchor, Gaspar y Baltasar. Y en aquellos belenes más elaborados irlandés muchos arriesgan a poner otros elementos creando ciudades antiguas o incluso poniendo figuras menos ortodoxas como las catalanas “caganers”.
Pero, ¿de dónde viene esta tradición? El primer Belén fue realizado en la Nochebuena de 1223 por San Francisco de Asís. Ese Belén no era ni mucho menos una miniatura pero tampoco llegó a ser un Belén viviente si bien había animales había antes. mandado En él, se hallaba representado el Niño Jesús, así como el buey y la mula. Según la leyenda de este primer Belén, tras la misa del Santo, este tomó en brazos al Jesús de piedra que cobró vida al instante.
Desde entonces la costumbre de realizar belenes se fue extendiendo por diferentes países como España e Italia, y también en Francia Austria Alemania y América Latina… Y así, a través del tiempo ha llegado hasta nuestros días.
Una actividad muy común, siempre por estas fechas, y aparte de crear nuestros propios belenes en casa, es la de acudir de ruta por los diferentes Belenes que hay en la ciudad.
Siendo yo niña recuerdo pasear por los diferentes belenes que ofrece la ciudad de Palma y acostumbraba a hacer ruta por algunos de ellos de la mano del colegio o en obligada visita familiar el día de Navidad o San Esteban. Especialmente recuerdo el precioso y monumental Belén en Sant Antoniet una joya que estuvo muchos años sin ser mostrada. Este es un belén en forma circular al que siempre acudía una gran cantidad de gente. de hecho, yo misma lo visitaba más de una vez cada año aprovechando que estaba en mi camino a casa.
Otro que también es una visita obligada es el belén del Ayuntamiento de Palma. Un Belén con claro estilo mallorquín donde destacan algunos de los edificios emblemáticos de la ciudad como el propio Ayuntamiento. Estos dos fueron los que más me impactaron pero hay otros más que detallo a continuación.

Ruta de belenes en Palma de Mallorca y otros pueblos de la isla:
- Belén El corte inglés
- Belén Centro Comercial C&A
- Belén del Centro de Historia y Cultura Militar de Baleares
- Belén Parroquia de Crist Rei
- Belén Parroquia de Santa Catalina Thomás
- Belén Mallorquín de Cort
- Belén del Mercado de Santa Catalina
- Dioramas en la Fundación Sa Nostra. Caixa de Baleares.
- Belén del Consell de Mallorca
Para más información sobre los Belenes de Palma no dudes en visitar la página del ayuntamiento para ver sus horarios, direcciones… Pulsa aquí.
Y tú, si has estado en Mallorca por Navidad o vives en la isla, ya has visitado todos los Belenes o te falta alguno. Por qué, siendo sinceros, a mi todavía me faltan algunos.