
Perro salvaje apareció
Sentada en el parque veo aparecer a un perro salvaje que intenta subirse a un árbol. No puede, o no alcanza a dónde quiere llegar, alto entre las ramas. Se aleja unos metros, vuelve a tomar impulso y lo intenta nuevamente pero no lo consigue. Vuelve una y otra vez sin rendirse. A veces llega muy arriba, otras casi se queda atrapado entre las ramas, pero no consigue su objetivo, cualquiera que ese sea.
Le observo con sus continuos e infructuosos intentos, mientras pienso en el motivo por el que persevera tanto. Finalmente, tras más de diez intentos logra quedarse atrapado entre las ramas. Lejos de quedarse quieto, se retuerce entre ellas y entonces veo como cae una pelota roja. El perro salvaje estaba buscando su pelota para continuar jugando. Entonces se deja caer junto a ella para cogerla y llevarla con su ama. Está feliz, ya ha cumplido su cometido.
Después de todo, no era un perro salvaje, solo era un perro en pleno juego en una soleada tarde de verano.
Agradable relato, los animalitos son fuente de alegría casi siempre. Un abrazo.
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Hola Ana,
Si fue un encuentro muy gracioso y divertido,
Un abrazo,
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