
Cuando era niño mis vecinos construyeron una gran muralla para separar ambas casas. Cuando se lo pregunté a mis padres se sorprendieron pues ellos no veían una gran muralla. No sé como podían estar tan ciegos. Cada día la muralla era más grande y pronto rodeó toda la casa. Tenía miedo de lo que podía esconderse ahí pues siempre oía ruidos extraños que mis padres no escuchaban. Y crecí con miedo de esa muralla, de esa casa y de esos extraños vecinos.
Un día, cuando ya iba al instituto, llegó una chica que se sentó a mi lado y a la que ayudé a conocer el colegio, a los profesores… Ese día la acompañé a casa y vi como se paró en la casa de mis vecinos. Armándome de valor la acompañé hasta la puerta de su casa. Entonces vi que no había nada siniestro en la casa, lo único que había era muchos muebles de madera que su padre tallaba.
Qué ridículo había hecho todos esos años delante de mis padres. Al fijarme esa muralla ya no era tan amenzante ni grande. Sin embargo, ¿de dónde había salido aquella chica? Resulta que era la hija de mi vecino que había vivido con su madre pero ahora iba a vivir con su padre.
A partir de entonces, acudí muchas veces a ver a mi vecina y siempre ibamos juntos al instituto. Nos hicimos buenos amigos, pero nunca le conté el miedo que me daba la casa de su padre.

Texto para participar en el reto MICRORRETOS: ¡DE CINE! Publicado en la web El tintero de oro. Se trata de escribir un micro de 250 palabras como máximo, inspirado en el título de una película.
¡Hola, Do.lobera! Sin duda que las murallas más recias son aquellas que nos creamos a nosotros mismos con ladrillos de temores y prejuicios. Muros que solo con el conocimiento y la apertura de mente podemos derribar, como el muchacho de tu estupendo micro. Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola David,
Si, los miedos nos impiden hacer muchas cosas sobre todos los que tenemos desde que somos niños, que a la vez pueden resultar los más graciosos una vez has crecido.
Un saludo,
Me gustaMe gusta
Murallas mentales y miedos inconfesables que nos paralizan. Un micro con muy buen mensaje y muy agradable de leer.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Marta, gracias por tus palabras. Me gusta escribir textos con mensajes. Un saludo
Me gustaMe gusta
Hola! Un micro reflexivo que nos habla de esos miedos que nos parecen enormes y que el paso del tiempo y las circunstancias nos quitan. Todos hemos tenido y, a veces, seguimos teniendo esos miedos injustificados. Felicidades por tu texto! Saludos!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, muchas gracias por tus palabras. Un saludo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, Do.lobera. Me gusta mucho el mensaje de tu microrrelato. Muchas veces nosotros mismos nos inculcamos miedos infundados. Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Pedro, y esos miedos infundados son los peores, sobre todo si vienen de pequeños. Un saludo
Me gustaMe gusta
Hola, Do.lobera. Creo que es la primera vez que te leo. Nos relatas un bonito cuento con un mensaje muy instructivo: las barreras que imaginamos nos impiden ver la realidad. Buen aporte al reto.
Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Carmen, bienvenida a mi mundo de letras. Me alegra de que te haya gustado. Un saludo.
Me gustaMe gusta
¿Qué tal Dolobera? Un micro interesante. Es cierto lo que dice el compañero David sobre las barreras mentales, pero también es cierto que los niños ven, o parecen ver cosas que los adultos no percibimos. Si la casa le parecía amenazadora por algo sería, por fortuna, su amiga-vecina derribó los muros.
Un cordial saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Isabel, gracias por tu comentario. Estoy de acuerdo por lo dicho por David, hay muchas cosas que juegan a favor de esos miedos. Pero está muy bien acabarlos por superar y más si alguien te lleva de la mano. Un saludo.
Me gustaMe gusta
Hola. Do. La imaginación de los niños acrecenta sus temores, así una simple tapia puede parecer una muralla infranqueable. Con el tiempo ese miedo acaba formando parte de él y hasta que no se enfrente a ello no lo superará. Bueno, tú si lo has conseguido y el protagonista de tu micro superó su miedo y además haciendo amigos 😁👍🏼
Saludos 🖐🏼
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola JM. Si, es increíble cómo es la mente de un niño. Recuerdo bosques cuando solo eran parques o cuestas empinadas cuando solo eran rampas insignificantes. Luego cuando creces y lo vuelves a ver da risa y si es un miedo y lo superas es aún mejor. Un saludo ☺️
Me gustaLe gusta a 1 persona
No siempre logramos superar nuestros miedos, pero es cierto que en la infancia uno tiene ciertos temores que van superandose conforme se madura
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Casagrande. Si hay miedos que desaparecen y otros que son difíciles de quitar. Pero es parte del aprendizaje humano, y siempre podemos mejorarlos o superarlos. Un saludo.
Me gustaMe gusta
Hola, Dolobera. El miedo y las inseguridades son una constante en nuestra infancia, modelan nuestro carácter y en la mayoría de los casos nos ayudan a madurar como personas. Un relato muy interesante para esta propuesta del amigo David. Muy bien escrito.
Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Bruno. En la infancia modelamos nuestro carácter y gracias ello somos quienes somos, pero también tenemos la habilidad de mejorar y superar los miedos. Un saludo
Me gustaMe gusta
Muy buen relato sobre miedos y prejuicios que al final no lo son. Saludos.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Ana, muchas gracias. Creo que la mejor manera de ilustrarlos es con un cuento. Saludos
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy buen micro!! Los miedos de la niñez…muchas veces tienen una razón; que hoy mismo no podemos explicar…el nivel de consciencia que tenemos a esa edad no nos da una lógica explicación, seguramente porque nuestras capacidades cognitivas se están desarrollando. También a veces las viejas amenazas como “el come que si no viene el cuco”; “o va a venir el hombre de la bolsa y te lleva”, alienta la imaginación fluida de un niño, produciéndole un trastorno que perdurará en algunos casos, de por vida. Un cordial saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, los miedos siempre están ahí pero en la niñez, creo que con la falta de madurez son peores y también más absurdos, aunque a veces son alimentados por uno mismo, otros son a causa de lo que dicen otros. Un saludo, ☺️
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, Dolobera!! creo que es la primera vez que participas en el Tintero. Me ha parecido genial tu historia. Que bien describes esas “barreras psicológicas” esos miedos, a veces creados, otras veces influenciados por los adultos. La familia tampoco hizo mucho por conocer a los vecinos; el protagonista se hubiera dado cuenta que no había ninguna barrera, tuvo que ser la niña la que le enseñara su casa. Por otro lado, los niños crean sus propias fantasías, por soledad o aislamiento. Me gustó mucho. Un abrazote.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, pues la verdad es que es la segunda vez que participó en el Tintero. La primera vez fue con el punto jonbar. Gracias por el halago. Bien podría ser que los padres no hicieran nada y que el vecino fuera un poco asocial, eso y la imaginación del niño hicieron el resto. Saludo ☺️
Me gustaMe gusta
Hola, Dolobera. Ya se dijo más arriba que la peor muralla es la de los prejuicios. Coincido. Pero también es cierto que la mirada de un niño ve las cosas más grandes e imponentes de lo que son. Me ha pasado volver a un lugar que no visitaba desde niña y darme cuenta de que no era tan grande como lo recordaba. Muy bueno.
Un abrazo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Mireugen, totalmente, no solo son los prejuicios, también es la mirada de niño. A mi también me ha pasado que recordaba un lugar muy imponente y al volver de adulta era un sitio tirando para pequeño. Un saludo
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muy interesante tu micro. Felicidades.
Un saludo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Muchas gracias Macondo, saludos
Me gustaMe gusta
Hola, Dolobera. Me ha gustado el relato en el que el miedo es el protagonista. Es curioso, aún superándolo de la mano de su nueva amiga, no se atreve a contárselo. Hay algo que lo cohíbe. Una nueva prueba a superar con el paso del tiempo. Buen micro.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Carles, se supera un miedo y aparece otro, el de parecer demasiado tonto. Los miedos se van enlazando. Un saludo.
Me gustaMe gusta
Hola dolobera, tu micro me ha parecido muy interesante, tiene forma y mucho fondo para hurgar.
Por un lado nos muestras como se aprecian las cosas desde el punto de vista de los niños, si son mas grandes que el niño tienden a infundir temor. En este caso el temor hubiera pasado pronto si sus padres hubieran sido más comunicativos con el niño, y prestado más atención a sus comentarios, advirtiendo que solo era una hilera de árboles en crecimiento y que los ruidos son parte de la cotidianidad de cada hogar.
Es increíble cómo afecta la comunicación y el trato familiar en la crianza y el desarrollo cognitivo y emocional, cuando en lugar de explicaciones amables y de ternura solo encontramos indiferencia o apenas un, «no es nada»…
Diría que el mayor protagonismo de tu relato es la imaginación del niño, fomentada por su desconocimiento y por el miedo que este acarrea. Y fijate como nos vamos creando un sentimiento de culpa o de vergüenza al pensar, una que hizo el ridículo con sus padres, y otra al no atreverse a contárselo a la niña, por temor quizás a ofenderla y perder su amistad, o que se riera de él y lo tildara de miedoso. De esa manera es que nos vamos acostumbrando a guardar asuntos sin resolver y a ir acumulando temores y vergüenzas injustificadas.
Como ves, se le puede sacar mucho jugo a tu micro, incluso se presta para una buena sesión psicológica, haciendo que el paciente analice todo el contenido visible y el oculto.
Felicidades por tu micro, sencillo en apariencia, pero complicado y rico en profundidad. La película, a juzgar por el poster parece epica. Felices dias.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Idalia,
Pues no esperaba que este microrelato diera para tanto. Es muy interesante.
Muchas gracias por la aportación me ha gustado mucho y me ha levantado el ánimo.
Saludos,
Me gustaMe gusta
Las peores murallas son las que levantamos nosotros con nuestros prejuicios. Basta tener conocimiento, interés y comprensión para derribarlas.
Mi bienvenida y mi abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Franmoroz,
Si y cuando se derriban descubrimos que no eran para tanto y que podemos vivir mucho mejor y más felices.
Un saludo,
Me gustaMe gusta
Hola Dolobera, me gustó tu micro, y esa muralla simbólica, que entiendo como que nuestra percepción del mundo, muchas veces nos engaña, y es la que hace que existan las murallas, muy buena tu aportación. Saludos, un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Mik,
Cada uno, con sus miedos y experiencias tiene una visión del mundo.
Muchas gracias por tus comentarios,
Un saludo,
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola, Dolobera. Me ha gustado la simbología de la muralla en la vida de un niño ante los temores. Y mira tú que, al final, liga con la chica de al lado y desapareció la muralla. Me ha gustado. Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Isan, Si al final cuando se derriban las murallas te permite evolucionar y mejorar como persona. Muchas gracias y un saludo,
Me gustaMe gusta
¡Hola, Do.Lobera!
Me ha gustado mucho el micro y me ha hecho pensar en todas esas murallas, barreras y cerrojos que, a veces sin darnos cuenta, fijamos a nuestro alrededor. Y cuando uno tiene la valentía de enfrentarlos, se da cuenta de que no eran para tanto. ¡Un abrazo!
Me gustaLe gusta a 1 persona
Hola Javier,
Muchas gracias.
Un saludo,
Me gustaLe gusta a 1 persona