
El cambio de la ciudad
La ciudad muda su traje por uno de luces brillantes que iluminan las calles que quedan reflejadas en las fuentes y cristales.
La ciudad muda su traje para que nadie se pierda en la oscuridad y todos puedan encontrar el camino de vuelta a casa.
La ciudad muda su traje y me descubro paseando por sus calles, disfrutando del cambio, de la tranquilidad e incluso de la oscuridad iluminada que muestran una ciudad muy distinta y misteriosa, una ciudad cuyos fantasmas del pasado parecen querer volver para pervivir en un recuerdo límbico.
La ciudad muda su traje y yo me oculto en él hasta la próxima primavera.