
Diario – Vuelta a la oficina
Por fin volvía a la oficina tras muchos meses, más de un año y casi dos. Caminaba por las calles de Palma y entraba en la oficina, una vieja sucursal bancaria y según mis recuerdos era una tetería. ¿Desde cuándo teníamos la oficina ahí?
Dejé las cosas en una silla junto con una de mis compañeras y subimos las escaleras para unirnos a la reunión. Durante la subida, la oficina se volvía cada vez más rara. Desde la pandemia la oficina había cambiado demasiado.
Todos se encontraban ya reunidos. Por fin veía a mis compañeros tras tantos meses y me alegré de estar nuevamente ahí. En ese momento la reunión se trasladaba a otra sala con el CEO. Volvimos a subir por unas escaleras hasta otra sala donde se nos presentó la novedad de la empresa, papel continuo para una impresora matricial. Había mejoras en él y nos las estaba explicando. Estas mejoras consistían en añadir secciones de color dentro de la página.
Nos preguntaba si sabíamos para qué servía o si lo habíamos visto usar. Levanté la mano. De pequeña lo había visto en casa, de hecho teníamos una impresora de ese tipo y también me daban las notas del colegio con ese papel. Por supuesto, una de mis compañeras también lo conocía ya que habíamos ido a la misma escuela y a la misma clase.
Me paré un momento. Cuántas incoherencias se estaban acumulando. ¿Desde cuando mi empresa pasaba de trabajar en el ámbito tecnológico a trabajar con papel para imprimir? También era extraño encontrarme a mi antigua compañera de clase, ¿cuándo la habían contratado? Estaba pensando en eso cuando mi sueño pasó a otro diferente.
Qué cosas más raras se llegan a soñar y con qué mezclas más raras.