En los tiernos tiempos de primaria todos estudiábamos con ahínco las normas ortográficas, gramaticales y de puntuación que deben ir de la mano de todo aquel que un lápiz, boli o un teclado toma entre sus manos para mandar mensajes, escribir historias… Pero desde esos tiempos muchos años han pasado, y nuestra cabeza seguramente ha olvidado algunas de esas sagradas normas que jamás debían haberse olvidado. Y si miramos las redes sociales y sistemas de mensajería instantánea, podemos decir que ha habido una masacre de todas las normas que a nuestro idioma acompañan. Hasta una servidora, que siempre intenta escribir de la forma más correcta posible, ha caído entre las garras innobles de estos tiempos de prisas y olvido, participando sin proponérselo en esta terrible matanza al idioma.
¿Y qué podemos hacer para evitarlo más que sentarnos nuevamente a estudiar todas y cada una de las normas? Pues hay algo más, algo más divertido y en consonancia con estos tiempos. Seguir al profesor don Pardino en su afán por corregir los errores en los que hemos caído para terminar con la matanza y volver a escribir con tino.
De casualidad di con este anciano profesor y desde entonces, poco a poco, mis letras nuevos milagros observan y alegres se vuelven mis textos cuando todo correcto queda. Aunque todavía queda un trecho se que si de la mano de don Pardino sigo, una sabía como él muy pronto seré-
Y para que puedas disfrutar de su gran sabiduría aquí van sus redes sociales para que un vistazo des:
Do.lobera 