
Los bosques guardan mil historias que los gnomos escriben en libros de papel. Estos cuentos se guardan bajo llave en la gran biblioteca del bosque, dentro del gran roble. Cuando llegan los niños a jugar en el bosque, el roble se transforma y se convierte en una pequeña casita biblioteca y deja que los pequeños humanos cojan sus cuentos. Así comparten su historia entre aquellos que más la saben apreciar y que en un futuro cuidarán de sus bosques.