
Decían que aquel pub estaba maldito, pues todos los que pasaban mucho tiempo se quedaban para siempre en él. No les quiso hacer caso y entró a tomar una copa o dos. Tenía algo de prisa y se puso una alarma en su reloj. Empezó a beber una copa, luego otra, y otra… La alarma sonó pero él no la oyó, ya no podía pues la maldición del pub se había cumplido. Ahora formaba parte de la sierra picuda y nevada de un mundo mágico y lejano.

Escrito para el espacio de “Escribir jugando” del blog de Lídia correspondiente a la propuesta del mes de marzo
Un pub más que maldito, encantando. Me gusta cómo has introducido los elementos del reto y has recreado una historia fantástica.
Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo, Do!! 🙂
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Hola, Lídia, muchas gracias. Es un pub maldito porque si te descuidas no vuelves a salir, aunque tienes razón en que también parece un pub encantado. Quise exagerar. Un saludo,
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La verdad es que este mes el desafío se las trae. Muy imaginativa tu propuesta.
Un saludo.
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