
Elian vivía feliz arreglando y poniendo aceite en los engranajes del tiempo. El tiempo había mejorado cuando Cronos sustituyó las arenas del tiempo. El nuevo tiempo era más fácil de ajustar.
Un día, mientras cambiaba un engranaje, se equivocó y puso uno del pasado. Elian fue absorbido por un remolino que lo llevó a la época de los dinosaurios el día en que iba a estrellarse un gran meteorito. Sin pensar, convocó las arenas del tiempo para volver a casa.
Al volver, se encontró a Cronos con un pequeño triceratops de mascota. Su conjuro no había ido del todo bien.

Escrito para el espacio de “Escribir jugando” del blog de Lídia correspondiente a la propuesta del mes de mayo
Sustituir arena por engranajes no cabe duda de que es un gran avance.
Aunque hay que reconocer que le quita algo de encanto.
Besitos 😘
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Hola Ratonet,
El encanto de las arenas del tiempo es inigualable, pero ganar tiempo lo es aún más.
Saludos
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jajaja simpática historia, Do. Sería interesante tener de mascota a un dinosaurio. Muy buen uso de los elementos del reto. Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Buen trabajo. Un abrazo.
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Hola Lídia,
El t-rex sería el mejor guardián de las casas. Muchas gracias a ti por tu reto.
Saludos,
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Me encantó tu relato, Dolores. Para tener el privilegio de poder contar con un pequeño triceratops como mascota, bien vale la pena convocar a las arenas del tiempo. Y cometer un pequeño error. ¿Qué podía pasar de malo?
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Hola, muchas gracias por tu comentario. Esperemos que Elian no vuelva a cometer otro error y despierte todos los volcanes. Saludos
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