Robi-Robo era un pequeño robot diferente. Andaba curioseando en antiguos trasteros abandonados. Buscaba algo, no sabía qué pero el hada Trix se los diría en cuanto lo encontrara.
Estaba revisando el trastero de 365-22. Este se hallaba repleto de instrumentos de música. Trix se emocionó a su lado. Robby-Robo sacó un viejo violín. La hadita se lo quitó de las manos y lo alzó con su magia. Con un poco de polvo de hadas empezó a sonar. Con cada nueva nota aparecía un hada.
La magia volvía y Robi-Robo, volvió a ser un niño de carne y hueso.

Escrito para el espacio de “Escribir jugando” del blog de Lídia correspondiente a la propuesta del mes de julio
Oh, qué ternurita.
Qué bonito eso de nacer las hadas.
Un beso.
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Muchas gracias, a mi me gusta tu percepción de que nacen hadas, la idea era que estaban atrapadas. Saludos
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El Hada Trix puede dar para una saga… no doy más datos.
Besitos 😘
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Hola Ratonet, creo que ya la puse en otro cuento, pero nunca la publiqué. Aunque eran dos Trix diferentes. Me gusta reutilizar nombres. Jajaja. Saludos
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Qué bonito, Do! El cuento es, sin ninguna duda, Pinocho. Aunque en vez de con una marioneta, con un robot. Muy buen trabajo. Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo.
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Hola Lídia, efectivamente es Pinocho, aunque salió solo. Se ve que quería modernizarse y estar a la moda sin perder a las hads. Saludos
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Hola, muy tierno y muy bueno. El cuento de Pinocho inspira mucho. Buen aporte al reto.
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Hola Ana, Si, pero Pinocho vino a verme y se impuso aunque yo no quería. Pero ya no quería ser una marioneta si no un robot. Saludos,
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¡¡Me encantó eso de que las notas del violín hicieran nacer hadas!!
Muy bonito relato. Saludos.
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Me encanta la magia de la música de ahí usarla para que nacieran las hadas. Gracias por el comentario. Saludos
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En este caso la curiosidad no mató al gato… ni al robot, sino todo lo contrario. Muy bueno!!
Un beso.
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La curiosidad y la diferenciarse del resto. Ser único nunca viene mal.
Saludos😘
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