
Sol, calor y vacaciones tres palabras que por obligación deben ir de la mano. Hoy todas se cumplen y aunque ya es septiembre, el calor acompaña para ir a disfrutar de las refrescantes playas. Me pongo el biquini, algo cómodo y mis chanclas, busca mi sombrilla, mi silla y toalla y con todo me preparo para buscar la playa perfecta. Hay tantas playas que es dificil decidirse. Busco una playa aislada, y a media tarde me preparo para ir.
La playa está tranquila y limpia, la temperatura del agua es perfecta y me puedo relajar completamente. Cierro los ojos y me olvido de todo. Me quedo dormida en ese idílico lugar. Ignoro cuento tiempo he pasado en el mundo de los sueños, pero cuando abro los ojos el cielo ya se ha oscurecido y la luna brilla en el cielo mientras se refleja en el agua. Es un espectáculo impresionante.
La luna sube, la noche avanza y finalmente me despido de la playa, de su mar, de su luna… Otro día volveré a esta bella playa.