
Antes del globo aerostático, los humanos soñaban con volar. En su intento, buscaban a las hadas para robarles su polvo de hadas que permitía volar. Pero estas tenían un pacto con las brujas quienes les ofrecían protección a cambio de su magia para sus pócimas y hechizos benévolos. Era un intercambio equivalente cuyo vínculo se forjaba cada año mientras Piscis dominaba el cielo.
Pero cuando los humanos empezaron a volar, se olvidaron de las hadas, quienes dejaron de ayudar a las brujas para mantener sus secretos ocultos. Sin ellas, las brujas perdieron su poder y la magia desapareció.

Escrito para el espacio de “Escribir jugando” del blog de Lídia correspondiente a la propuesta del mes de abril
Hola Dolores: te ha quedado muy bien el micro, muy bien hilados todos los elementos y hasta con lógica… ¡Bien! Un abrazo. 🙂
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Hola Merche, gracias por el comentario. La verdad es que me salió como pudo. Lo hice bastante rápido. Saludos
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Hola Do, interesante explicación para la ausencia de brujas y hechizos. Saludos.
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Hola Ana,
Tenía que haber añadido que se fueron a la segunda estrella a la derecha y directas a la mañana. Para reunirse con Campanilla XD. Saludos,
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Bonito cuento, Do. Yo sí que le veo el sentido y me gusta el resultado final. Muchas gracias por tu aportación al desafío de este mes. Un abrazo.
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Hola Lídia, Muchas gracias por tus palabras, la verdad es que últimamente escribo a ultima hora y a todo correr y me da miedo que sea un churro. Por suerte y por lo que veo, este no lo fue. Saludos
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¡Menos mal que todos somos un poco brujos y tenemos todavía un pelín de ilusión, así la magia, de alguna manera persiste… aunque en ocasiones se diluya como ese polvo de hadas.
Un beso.
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Es que todavía tenemos algo de magia infantil y esa no se la llevaron, no se la pueden llevar porque forma parte de las mismísimas hadas. Saludos,
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Wow, que maravilla de microrrelato Dolobera, con hadas y todo. Me encantó. Un abrazo
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Hola, me encantan las hadas y debían salir en este reto junto con la magia. Me alegra que te gustase. Saludos
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La culpa fue del cha, cha, cha… no, de poder volar. Volar físicamente mató las ganas de volar con la imaginación. Cielos, espero que no.
Curiosa forma de imaginar por qué dejamos de creer en las brujas, y en las hadas, que es peor.
Un beso.
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Hola, al final no solo es volar, si no que demasiados inventos están matando la imaginación. Hay que volver a creer en las hadas para recuperar la niñez y la magia. Saludos
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