
Hace mucho, mucho tiempo, un anillo mágico que cayó en un charco. Este, gracias a su poder, acabó convirtiéndose en un gran río que llegaba al mar.
Pasó el tiempo y el poder del anillo no disminuía. Un día, una rana que vivía en el río, se tragó el anillo y se transformó en un medio humano muy valiente y talentoso que le ayudó a proteger y cuidar a todas las criaturas del río y sus alrededores… Fue la primera rana guardiana, pero no la última.