Ser tolerante significa estar abierto de mente, abierto al mundo y a su diversidad cultural, religiosa, ideológica… No se puede negar esta diversidad y tampoco se puede creer que una es superior que otra. Todas son válidas, diferentes entre ellas, pueden juntas, aportar una única verdad y para poder entenderlas y hacer esta conjunción, hay que ser tolerante.
Cada cosa nueva que se descubre en el día a día debe ser respetada y aceptada, existe y existirá, nunca desaparecerá realmente. Si es algo malo, que va contra las libertades individuales, contra la humanidad y el mundo, tal vez la posición más indicada sería estar en alerta permanente y no permitir que avance, mantenerla a raja tabla. Si no existe, lo idóneo es estar en esa alerta para no permitirla salir a la luz.